
Los hábitos alimenticios han evolucionado con una preferencia clara hacia los desayunos con más proteínas y menos productos ultraprocesados.
Según un estudio de Kantar, los hogares han modificado su primera comida del día con una mayor presencia de valor nutricional. Aunque el pan sigue siendo un pilar, ha disminuido su volumen de compra a granel y su formato envasado ha crecido, adaptándose a la necesidad de practicidad.
El huevo ha ganado protagonismo como una alternativa nutritiva y accesible. ”Su menor costo permite que una mayor parte de la población pueda tener una mejor alimentación y nutrición”, comentó Marlis Riedel, New Business Director de la División Worldpanel de Kantar.
El estudio también muestra una tendencia hacia desayunos menos ultra procesados y azucarados. Las gaseosas, los saborizantes de leche y las galletas han sido los productos más desplazados de la mesa matutina, mientras que la combinación de pan con palta y huevo ha vuelto a adquirir popularidad.
“A medida que la economía muestra señales de recuperación, los hábitos de consumo también se transforman. Los consumidores buscan alimentos accesibles, versátiles y que entreguen mayor valor nutricional”, agregó Riedel.
Otro factor relevante es el cambio en la manera de adquirir el desayuno. El 47% de los hogares compra ocasionalmente su primera comida fuera del hogar, impulsando la demanda de productos on-the-go como café para llevar, barras de cereal y sándwiches listos.
La conveniencia juega un papel clave en esta transformación, especialmente en hogares unipersonales, donde los consumidores priorizan productos de fácil preparación y consumo inmediato. Tortillas, snacks, caldos concentrados y café instantáneo, son alguno de los productos que han ganado penetración en este segmento.
En tanto, los adultos mayores, tienen una mayor preferencia hacia categorías como el café o sucedáneo, galletas no dulces y crema de leche. Por otro lado, los hogares con inmigrantes han integrado productos propios de su cultura de origen, destacando un mayor consumo de snacks, cereales, tortillas y preparaciones con sabores más intensos.
Esta transformación no solo responde a cambios en los hábitos, sino también a un contexto económico que impulsa decisiones más estratégicas a la hora de comprar alimentos. Con el consumo fuera del hogar en aumento y una demanda creciente por opciones saludables, la industria enfrenta el desafío de adaptarse a un consumidor que prioriza la conveniencia sin renunciar a la nutrición.