El próximo lunes 22 de marzo se conmemora del Día Mundial del Agua (DMA) instaurado por la ONU en 1991. Como en muchas de estas efemérides, es poco lo que se puede celebrar; más bien es un llamado a la preocupación ya que hoy son mil millones de personas sin agua potable y 3 mil sin acceso a saneamiento, y no parece que se vaya a solucionar luego.
El agua es el elemento más importante para la vida y es imprescindible para conseguir un desarrollo sostenible. Los recursos hídricos juegan un papel clave en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental. Los principales contaminantes del agua incluyen bacterias, virus, parásitos, fertilizantes, pesticidas, fármacos, nitratos, fosfatos, plásticos, desechos fecales y hasta sustancias radiactivas.
De cara a esta importante efeméride, mostramos lo que hacen dos firmas chilenas para cuidar el agua.
En lo que respecta a la industria vinera, Viñedos Veramonte está tomando medidas específicas, tales como instalación de caudalímetros para mejorar los controles de consumo. Eficiencia en los lavados de tanques (revisión de protocolos de lavado), uso de pistones de agua e hidrolavadoras (aguas con alta presión), capacitaciones y toma de conciencia del personal, procedimientos de regadío de áreas verdes (con horario y tiempo de ejecución) 100% uso de chaquetas para enfriar/calentar tanques e indicadores de desempeño por área.
Chile ocupa el lugar número nueve a nivel mundial en cuanto a la producción mundial de vino (excluidos zumos y mostos). Su volumen se estima en 292 millones de litros por año y la industria se ha visto directamente afectada por el impacto que supone al cambio climático. Por eso, esta viña cuenta con un programa de manejo de sus residuos industriales. Sus cifras indican que en 2019 el 83% fue reciclado a través de empresas recicladoras.
Por otro lado, Courier La coctelera también quiere plasmar el consumo consciente en todas sus perspectivas, es por ello que se unió a la campaña #NoMásBombillasPorfavor. Las bombillas plásticas representan el 4% de la basura mundial, se usan en menos de 20 minutos pero el proceso para deshacerse completamente es de 200 años; lo que no necesariamente quiere decir que se desintegra totalmente, más bien se hace pequeño y termina en cursos de agua, siendo ingerido por la fauna marina.
La constante preocupación de Courier la Coctelera por la sustentabilidad esta campaña tiene como fin erradicar la bombilla plástica de las barras, teniendo como meta y compromiso conseguir que 50 de ellas las dejen atrás para evitar en total el uso de un millón de estas antes del festival. El por qué; simple, es un desecho eterno ya que nunca termina por degradarse y además representan el 4% de la basura mundial.