En un hito para Chile, la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) logró producir por primera vez diésel en norma chilena con menor huella de carbono denominado “Diésel Renovable Enap” en su Refinería Aconcagua, ubicada en la comuna de Concón, región de Valparaíso.
La presentación de este logro se realizó en dicha refinería, el pasado 15 de enero.
Este es producido a partir de aceite usado de cocina (UCO, por sus siglas en inglés), y su mayor virtud es que, junto con tener características químicas idénticas que el diésel tradicional, cada litro de este tipo de aceite que es transformado en diésel permite reducir en un 80% el CO2 equivalente. Este producto cumple con la normativa chilena NCH 62, que regula estos combustibles.
El proceso del “Diésel Renovable Enap” fue verificado por un certificador independiente que confirmó la reducción de la huella de carbono respecto del diésel tradicional. El procesamiento del volumen de la prueba permitió reducir la emisión en aproximadamente 1.000 toneladas de CO2 equivalentes.
Los biocombustibles existen hacen décadas. Los de primera generación están hechos a partir de distintos aceites vírgenes, como el de soya, granos de choclo o caña de azúcar. Lo atractivo de los biocombustibles avanzados -que corresponden a los de segunda generación en adelante- es que son procesados a partir de diferentes residuos como aceite usado de cocina, desechos de grasas animales o de la industria forestal, entre otros. Por esa razón su valor como energía sostenible.
La presidenta del Directorio de Enap, Gloria Maldonado, destacó lo histórico de esta producción para el desarrollo de Chile y la compañía, que este 2025 cumple 80 años. “La energía del mañana se produce hoy. Y la Enap del futuro es una que avanza de forma responsable hacia la generación de combustibles bajos en carbono, en línea con nuestro relevante rol como empresa del Estado. Producir combustibles renovables es un punto clave dentro de nuestro Plan Estratégico 2040, con el que aspiramos a ser protagonistas en la descarbonización del país, disponiendo combustibles con menor impacto medioambiental”, afirmó.
Por su parte, el gerente general de Enap, Julio Friedmann, señaló que “el éxito de este desarrollo, llevado a cabo en una de nuestras refinerías, nos permite ampliar nuestra oferta en combustibles, incorporando soluciones con menor huella de CO2 para nuestros clientes y consumidores finales. De hecho, ya tenemos firmado acuerdos para desarrollar y comercializar este tipo de combustibles”.
La producción del “Diésel Renovable Enap” a partir de residuos es un aporte significativo al cambio en la matriz energética de nuestro país, que complementa los otros esfuerzos que Chile está realizando.
Al respecto, el ministro de Energía, Diego Pardow, indicó: “Este hito demuestra, una vez más, que la Empresa Nacional del Petróleo está a la vanguardia en términos de innovación y desarrollo tecnológico en el camino de la transición energética. El uso de combustibles bajos en emisiones es parte de las medidas de mitigación de nuestro Plan Sectorial de Cambio Climático del sector Energía y es un paso muy importante en el compromiso asumido como país de reducir nuestra huella de carbono”.
La ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y vocera (s) de Gobierno, Aisén Etcheverry, destacó el impacto en el cuidado del medio ambiente. “Valoramos mucho esta iniciativa de Enap, donde se suman esfuerzos de un trabajo colaborativo, que es lo que nos permite efectivamente hacer las transformaciones, cambiar las cosas, abordar los desafíos con nuevas herramientas, resultando en cifras realmente impresionantes como la reducción en un 80% en la huella de carbono de este diésel. Este es el talento que tiene Chile, que permite un desarrollo con un futuro en el que nuestras hijas e hijos puedan vivir.”
¿ES CIERTA TANTA MARAVILLA?
Los denominados biocombustibles, incluido el etanol, están desde hace años rondado. Hubo un tiempo en que la Jatrhopa hasta parecía ser la planta del futuro, junto con el raps. Hace años son muy populares en Brasil y Argentina, grandes productores agrícolas y forrajeros, con bastante biomasa que les termina sobrando.
Globalmente, el consumo de aceites comestibles en el mundo son 222 millones de toneladas, con Chile con el 0,55% de participación mundial.
«Eso es unas 122 mil toneladas por año, lo que equivale a 133 mil m3/año (con una densidad de 0,92) o 6,8 litros por persona al año…Asumiendo una reciclabilidad de 30%, que es algo bien optimista a mi gusto, serían unos 40 mil m3/año. Asumiendo que la conversión a diésel es 1 a 1, y considerando que el consumo de diésel en Chile es 6,6 millones de m3/año, [la producción de Enap hoy] daría para el 0,6% de consumo nacional» dice a Cofibreik el académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, Luis Llanos.
En general, este tipo de reconversiones para hacer biodiésel son bien vistas y hasta incentivadas por organismos como la Comunidad Europea para las refinerías, y se conoce como Co-procesamiento en refinerías.
Este producto sería de un calidad superior al biodiesel del DS 11, debido a que no tiene Oxígeno como el FAME, que es el biodiesel de Primera generación que se produce con aceites vegetales vegetal atacado por Metanol en presencia de un catalizador (KOH). Así, este diésel se produce por hidrotratamiento con hidrógeno, y el producto final cumple con el DS 39 o PPDA de la RM, en Plan de Descontaminación que busca limpiar el aire de la capital chilena.
Lo cierto es que el proceso, según indica Enap, es parte de una colaboración de equipos de diferentes áreas y unidades de negocio de Enap que trabajaron en la habilitación de la producción de combustibles renovables en Refinería Aconcagua, trabajo que consideró un riguroso análisis técnico de materias primas y la compatibilidad de la infraestructura existente.
«Lo que creo que pasa es que ENAP tiene en Concón una planta de hidrogenación, que fue una inversión alta en su época) que estaba pensada para enriquecer los crudos pesados de Venezuela (o de Iran) para mejorar su yield _o rendimiento- en hidrocarburos livianos, como la bencina (gasolina). Venezuela exporta ahora muy poco y la planta debe estar con baja utilización» teoriza el profesor Llanos.
La empresa realizó, en agosto del año pasado, la prueba de producción del ”Diésel Renovable Enap” a partir del procesamiento de 350 mil litros de aceite usado de restoranes y locales de comida rápida del país, ya que en Chile por ley es obligatorio que restaurantes y casinos recolecten en sus cocinas el aceites y las grasas en un equipo especial a tal efecto, desde que se inició el tratamiento de residuos industriales líquidos (RILES) o norma 609, hacia 1998.
Al segundo día de la prueba la empresa logró transformarlo en diésel renovable, gracias a un proceso de hidrotratamiento. Este resultado confirma la identidad innovadora de la estatal y la capacidad de adaptar su infraestructura para la generación de nuevos combustibles. Además, ambientalmente, es un circuito de economía circular.
«[El aceite de cocina] es un experimento interesante y muy meritorio como manejo operacional y productivo, pero poco relevante en lo práctico», finaliza en su análisis Llanos.