En 2022 y 2023, una combinación de factores creó la tormenta perfecta para que las facturas de energía de los consumidores se dispararan. La demanda de energía aumentó rápidamente pospandemia. La guerra entre Rusia y Ucrania provocó que los precios del gas natural se dispararan. La interrupción de la cadena de suministro, la demanda global de materias primas y la inflación general empeoraron las cosas, contribuyendo aún más al aumento de los precios. Como resultado, los consumidores están luchando para pagar sus facturas de electricidad.
Como consecuencia, un nuevo estudio de Accenture, concluyó que para alcanzar la transición energética, se necesita una inversión de 115 billones de dólares hacia el año 2050. Esto se desglosa en 53 billones en generación de energía limpia, 42 billones en transmisión y distribución, y 20 billones en combustibles fósiles intermedios y tecnologías alternativas como la captura de carbono.
Todos tienen un papel que desempeñar para que la transición a cero emisiones que sea asequible: los consumidores, las comunidades y los reguladores. Pero los proveedores de energía deben liderar, son responsables de gestionar el equilibrio entre el acceso equitativo a la electricidad y de desarrollar un sistema energético confiable y seguro capaz de satisfacer la creciente demanda.
En este contexto, hay cinco estrategias que sentarán las bases para un futuro neto cero y asequible para todos. Primero, las empresas de utilities deben ver a los clientes en la totalidad de sus vidas y adaptarse a sus prioridades en constante cambio. La combinación de inteligencia humana y artificial permite responder a ese desafío. Un núcleo digital efectivo puede habilitar la inteligencia artificial y la IA generativa para desplegar su máximo potencial, ayudando a generar una segmentación más profunda y perspectivas para diseñar, promocionar y escalar ofertas relevantes.
En segundo lugar, es fundamental recentrar el negocio alrededor de los consumidores de energía. Nuestra investigación muestra que 73% de los consumidores ya ha adoptado al menos un programa o servicio de energía limpia y 87% son compradores potenciales futuros. Es hora de que los proveedores de energía examinen detenidamente su cartera de productos y servicios, y escalen rápidamente programas de energía limpia rentables.
La tercera estrategia clave es reinventar los métodos de costos y productividad. Al construir un núcleo digital robusto y escalar la inteligencia artificial, las empresas de utilities pueden automatizar tareas de bajo valor, priorizar interacciones con consumidores de alto valor y optimizar operaciones a lo largo del ciclo de ingresos.
En cuarto lugar, se encuentra ir más allá del core de negocio. Al expandir su enfoque, las compañías de utilities pueden desarrollar o contribuir al desarrollo de nuevos productos de energía limpia, servicios y verticales de negocio que atiendan a consumidores conscientes de la sostenibilidad. Los ingresos pueden ayudar a compensar los costos de otros esfuerzos de descarbonización.
Finalmente, es necesario orquestar el ecosistema energético. Es necesaria una colaboración público-privada con un enfoque estratégico, una gobernanza práctica y una gestión rigurosa de proyectos.
Las cinco estrategias descritas no son la solución a todos los desafíos. Sin embargo, es una base para avanzar más rápidamente hacia la transición energética.
Por Mariana de Pablo, Directora Ejecutiva de Accenture Chile.