Un “salvavidas” tanto para las empresas como para el país es el nuevo test PCR creado en Chile y que, a diferencia del que se hace por la nariz, toma trazas del virus desde la pantalla del teléfono celular de las personas. Su significativo menor costo, alta efectividad (93%) y rápidos resultados, hace más factible su implementación.
Su aplicación semanal permitiría detectar a tiempo a los contagiados asintomáticos de COVID-19 para aislarlos y evitar nuevos contagios. Con esta estrategia las principales industrias del país podrían asegurar su operación y sortear con éxito un segundo año con COVID 19.
Así este test no sólo sería un salvavidas para las empresas, sino también una especie de “paracaídas” para la economía chilena, ya que evitaría que se contraiga nuevamente por cierres de fábricas y faenas.
Rodrigo Young, Andrés Barriga y Carlos Abogabir, un bioquímico y dos ingenieros, son los responsables de este inédito método a nivel mundial, que detecta el virus en las pantallas de los celulares.
“Cuando comenzó la pandemia – cuenta Rodrigo Young, hace más de 15 años investigador del University College London- volví a Chile preocupado por el posible contagio de mis padres. Luego como muchos, preocupados por lo que esta pandemia le iba a causar, no solo a las personas, sino también a la economía del país, pensé que podía hacer para frenarla. Según los estudios, más del 80% de los individuos contagiados de COVID-19 son asintomáticos, por lo que se transforman en contagiadores silenciosos que propagan el virus sin saberlo. Si solo testeamos a las personas que presentan síntomas, estamos dejando afuera a más del 80% de los contagiados que siguen propagando el virus entre sus contactos cercanos. Por lo tanto es necesario testear a mucha gente, pero por el costo de los test de PCR clínicos esto no es viable”.
De esta manera, Rodrigo se obsesionó en encontrar una forma de testear masivamente por PCR a las personas, sin importar si tuvieran síntomas. “Pensé en buscar trazas del virus en las cosas que usa la gente: encomputadores, escritorios, tazas…. hasta que llegamos al teléfono celular. Obvio, todos están pegados a su celular más que a cualquier otra cosa. Le pedí a un amigo que me prestara un laboratorio para comenzar las pruebas y funcionó, hicimos PCR de muestras tomadas del celular de personas que habían salido positivas al PCR nasofaríngeo y sorprendentemente salieron todos los celulares positivos. ¡No lo podíamos creer, funcionaba!
Fue así como Young se dio cuenta que el teléfono celular es un excelente proxy del status viral de la gente.
Para validar esta hipótesis, se realizó un estudio experimental en conjunto con Clínica Dávila. Los resultados fueron muy sorprendentes: entre todas las personas con cargas virales medias o altas, es decir aquellas que están contagiando, se detectaron trazas en el 93% de los casos.
Hoy se encuentran prontos a publicar este hallazgo en revistas internacionales donde han trabajado junto a la Clínica Dávila, el University College of London, la Fundación Ciencia y Vida, y el departamento de infectología del Great Ormond Street Hospital de Londres, uno de los hospitales de niños más reconocidos del mundo.
Esta metodología ofrece una propuesta de valor bien clara: captar en forma activa a las personas que están contagiando, y así contribuir a frenar la propagación de la pandemia en los lugares de trabajo o estudio.
Cómo funciona
El sistema es simple y rápido. Todas las semanas se debe tomar una muestra de los celulares con una tórula que posteriormente se coloca en un tubo de ensayo en una solución para ser llevada al laboratorio. Luego se analiza por PCR y en menos de 24 horas se entregan los resultados por SMS a cada persona.
Muchas empresas están realizando rutinariamente tests rápidos. Pero estos tests detectan anticuerpos, lo que en realidad ayuda poco y nada a detener la propagación, pues los anticuerpos aparecen una vez que la persona ya no está contagiando. “El PCR a celulares detecta las personas infectadas con COVID cuando están contagiando, la etapa más importante para evitar más contagios, cosa que el test rápido no puede hacer”, añade Carlos Abogabir, el tercer cofundador.
¿Qué viene ahora?
Su objetivo es crecer exponencialmente en Chile y Latinoamérica a través de un servicio de detección activa de asintomáticos para las empresas. Hoy se
encuentran en plena fase de escalamiento, levantando capital para hacer frente a la demanda proyectada.
“Tenemos el conocimiento técnico, logístico y de escalamiento necesario para ser una solución de continuidad operacional que permita a las empresas seguir operando en un ambiente seguro y confiable, permitiendo a Chile combinar la preocupación por la salud con el bienestar económico de las personas y salir fortalecidos de esta pandemia.” plantea Carlos Abogabir.
Los tres cofundadores concuerdan en que este test podría erradicar ésta o evitar futuras pandemias que se presenten, pues su fórmula es adaptable, lo que permitiría que los países no sufrieran las catastróficas consecuencias económicas que el COVID 19 ha producido en Chile y en el resto del mundo.
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