Algo tan poco relacionado con dolor en el hombro derecho podría ser un indicativo de un embarazo ectópico. ¿Cómo así?
Resulta que el embarazo ectópico (EE) es más común de lo que se cree. Tanto así que el 2004 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) lo constituyeron como “un problema no resuelto”, dándole relevancia en materia de fertilidad y reproducción.
La incidencia es entre 1-2 cada 100 embarazos, y puede darse en cualquier momento de la edad fértil de la mujer, aunque tanto la OMS como la Unicef lo han situado con más prevalencia entre los 26 y 30 años.
En general este cuadro no da síntomas hasta que se produce alguna complicación, aunque sí se pueden mencionar algunos, como atraso en llegada de la menstruación; sensibilidad, molestia o dolor en las mamas; náuseas, vómitos y fatiga; incremento de la micción (ganas de orinar con frecuencia), y dolor en la pelvis, abdomen e incluso dolores en el hombro derecho y el cuello, así que atención.
En reproducción asistida la incidencia de EE es un poco más alta (2,2 a 4%), lo que sería consecuencia de la transferencia de más de un embrión, de los elevados niveles hormonales que afectan la contractilidad uterina, y un diagnóstico muy temprano por los controles frecuentes.
Si bien el embarazo ectópico se identifica cuando el óvulo fecundado se desarrolla en las trompas de Falopio o en los ovarios, también hay casos registrados de que puede implantarse en el abdomen, o en el cuello o cuerno del útero, clasificándose entonces como “embarazos abdominales” o “embarazos cervicales”.
Y, lo más importante, ninguno de estos casos tendrá un final satisfactorio. El doctor Eliseo Sánchez Esteves, especialista en reproducción asistida de IVI Santiago, explica que “esto se debe a que las áreas antes mencionadas carecen tanto de espacio como del tejido nutricional requerido para que el feto se desarrolle correctamente. De hecho, conforme avanza la gestación, los órganos pueden colapsar provocando hemorragias internas en la paciente y en el bebé, poniendo en riesgo su vida”.
Además, los EE se originan durante el primer trimestre de la gestación, por lo que dolor pélvico muy intenso, metrorragia (pérdida de sangre diferente a una menstruación), atraso menstrual y dolor de hombro derecho (omalgia), son los primeros signos de alerta. Por otro lado, se sabe que las manifestaciones clínicas más frecuentes se presentan entre las 6 y 8 semanas después de tener la última menstruación. Es importante consultar al especialista prontamente al tener alguno de estos síntomas, para realizar una ecografía transvaginal y medir los niveles sanguíneos de BHCG (hormona del embarazo), con lo cual se puede hacer un diagnóstico precoz y evitar complicaciones como la rotura de la trompa uterina que produce una anemia aguda.
“Además de una obstrucción, infección o inflamación de las trompas de Falopio, la segunda causal de un embarazo ectópico es la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), que se presenta debido a una infección por gonorrea o clamidia. Incluso, este retraso u obstrucción en el recorrido del blastocisto también se origina por enfermedades como la endometriosis”, agrega el especialista.
Otras causas van asociadas a problemas congénitos en las trompas de Falopio, cicatrización luego de tener una apendicitis, antecedentes de embarazo ectópico previo, cicatrización pelviana luego de cirugía de los órganos femeninos y operaciones previas de las trompas de Falopio, como esterilización tubaria o recanalización de las trompas.
SÍNTOMAS DEL EMBARAZO TÓPICO
Si bien no se puede hablar de causales determinantes para un embarazo ectópico, sí hay factores de riesgo que podrían influir en su desarrollo, como tener más de 35 años, embarazarse portando un dispositivo intrauterino (DIU), tener una ligadura de trompas, haber tenido varias parejas sexuales sin protección de barrera, o sufrir alguna infección de transmisión sexual (ITS). Los tratamientos del embarazo ectópico se determinan en función de las condiciones de la paciente, fecha exacta de la fase de la gestación, niveles BHCG en sangre, tamaño y localización del saco gestacional.
Cuando se trata de embarazos recientes lo habitual es tratarlo con una inyección de metotrexato, que frena por completo el crecimiento del embrión; si el embarazo está avanzado se puede realizar un tratamiento por laparoscopia, que es poco invasivo o, si el caso lo amerita, la paciente deberá ser sometida a una intervención quirúrgica para extirpar este embarazo anormal.
Una de las inquietudes que suelen invadir a las mujeres diagnosticadas con un embarazo de este tipo es si podrán concebir en un futuro. La respuesta es sí. Sin embargo, las mujeres que ya manifestaban problemas de infertilidad antes del EE podrían tener ciertas dificultades para lograr una futura gestación. Es importante saber que las trompas no quedan sanas, por lo que aumenta el riesgo de infertilidad futura o un nuevo episodio de embarazo ectópico. En este caso, los resultados en su búsqueda de un bebé van a depender del grado de fertilidad que tenían antes del embarazo ectópico, y de la gravedad de las lesiones internas que les haya ocasionado esta afección.
¿QUE ES LA CLINICA IVI?
IVI (siglas de Instituto Valenciano de Infertilidad) nació en 1990 como la primera institución médica en España especializada íntegramente en reproducción humana. Desde entonces ha ayudado a nacer a más de 200.000 niños, gracias a la aplicación de las últimas tecnologías en Reproducción Asistida. A principios de 2017, IVI se fusionó con RMANJ, convirtiéndose en el mayor grupo de Reproducción Asistida del mundo. Actualmente cuenta con más de 65 clínicas en todo el mundo y es líder en Medicina Reproductiva.
IVI Santiago es una clínica especializada íntegramente en reproducción asistida presente en Chile desde 2007, dirigida por el facultativo Carlos Troncoso Reyes.