La transición energética es uno de los desafíos más urgentes que enfrenta el mundo hoy en día y las empresas de la industria de energía cuentan con un poderoso aliado para avanzar: la inteligencia artificial generativa.
Esta revolución en el poder de la IA ha llegado en un momento de gran necesidad de innovación. La industria tiene el desafío de bajar la prima de costo de las soluciones que permiten reducir las emisiones de carbono; escalar las tecnologías necesarias, renovar y recapacitar a la fuerza laboral; y atraer e invertir hasta $4 billones al año.
En ese contexto, un estudio reciente de Accenture mostró que la IA generativa tiene un potencial increíble como catalizador para la reinvención: puede mejorar la productividad en casi la mitad de las actividades en la industria energética. Ante esto, de acuerdo con nuestras estimaciones, para 2030 la inversión de la industria en IA generativa se triplicará, pasando de aproximadamente $40 mil millones al año a más de $140 mil millones.
Hay tres oportunidades clave para que la IA generativa impulse la transición energética. En primer lugar, está la velocidad y costo en la entrega y ejecución de proyectos de capital. La IA generativa permite una mejor previsión del cronograma del proyecto, reducción de retrasos, sobrecostos y otros riesgos al proponer acciones de mitigación efectivas. Puede reducir el tiempo necesario para realizar el trabajo conceptual, de ingeniería y de diseño detallado inicial, comprimiendo los procesos de revisión y aprobación hasta en un 50%.
La segunda oportunidad está en la mejora de la eficiencia y productividad de los activos. Al aprovechar los datos operativos, la IA generativa puede mejorar el mantenimiento, las operaciones y la eficiencia de los activos clave. Por ejemplo, puede ajustar el ángulo de los paneles solares o de las palas de los aerogeneradores en tiempo real para maximizar la captura de energía según las condiciones meteorológicas, asegurando que la energía esté disponible en la red en los momentos de mayor demanda y precios óptimos previstos.
Finalmente, la tercera oportunidad está en el fortalecimiento de la gestión de la cadena de suministro. La IA generativa puede manejar grandes cantidades de datos estructurados y no estructurados, permitiendo nuevas soluciones que pueden predecir o responder automáticamente a la demanda de energía. En última instancia, esto podría aplanar la curva de demanda, reducir la inversión de capital requerida en infraestructura física y mejorar las tasas de uso general.
En este escenario, para obtener valor de la IA generativa, las empresas deben tomar algunas acciones importantes. Primero, la mayoría aún necesita acceder a los datos adecuados y a un núcleo digital sólido. Esto significa asegurar una base de datos robusta, utilizando plataformas de datos en la nube. Segundo, deben asegurarse de establecer programas sólidos de IA responsable. Este compromiso es crucial, dadas las imperativas de la seguridad energética y los continuos avances en la IA y las políticas gubernamentales sobre su uso responsable. Finalmente, las compañías deben hacer elecciones sostenibles en la forma en que trabajan, más allá de la adopción de tecnología.
Al adoptar de manera responsable y sostenible tecnologías de próxima generación y, específicamente, la IA generativa, la industria puede reinventar su núcleo, al mismo tiempo que acelera y reduce los riesgos de la transición energética.
Por: Mariana de Pablo, Directora Ejecutiva de Accenture Chile