Este mes de julio se destaca por reconocer al máximo nuestra peruanidad en sus diversos aspectos, celebrando cada tercer domingo del mes a uno de los platillos más emblemáticos de nuestra gastronomía: el Pollo a la Brasa. Este plato, con su auténtico sabor peruano, ha evolucionado a lo largo de los años para convertirse en un símbolo de nuestra cultura culinaria.
Así como otros elementos de nuestra identidad, el Pollo a la Brasa ha pasado de ser una receta sencilla a convertirse en una tradición familiar y social, presente en reuniones y celebraciones, que no solo es un deleite para el paladar, sino también una experiencia que une a las personas en torno a una mesa, ya sea en familia o entre amigos.
El secreto del éxito de este plato radica en la fusión única de sabores locales que lo componen. Desde sus inicios, esta receta ha combinado ingredientes y técnicas de diferentes partes del Perú, logrando un equilibrio perfecto entre lo tradicional y lo contemporáneo. La marinada, que incluye una mezcla de especias y hierbas locales, es fundamental para obtener ese sabor inconfundible que tanto nos gusta. Asimismo, la diversidad de su preparación ha evolucionado, y hoy en día no solo se cocina a la brasa, sino también a la leña, al carbón, cada una aportando un matiz diferente al sabor final.
“Con el pasar del tiempo, el Pollo a la Leña ha sido objeto de innovaciones que han permitido mantener su relevancia y atractivo. Desde su sabor único y ahumado hasta la inclusión de nuevas técnicas de cocción e inclusión de acompañamientos innovadores que destacan los ingredientes de nuestra patria, por el cual sigue sorprendiendo y deleitando a los comensales tanto locales como turistas”, señala Grace Advíncula, Directora Gastronómica de La Leña.
En este contexto, la cadena de restaurantes con raíces Huancaínas reconocida por su autenticidad al destacar las tradiciones culinarias del Perú, ofrece una gran diversidad de alternativas de pollo a la brasa con innovadores acompañamientos, dentro de las cuales se destacan:
Banquete Pachamanquero: Si de tradiciones peruanas se trata, este banquete lleva los mejores acompañamientos que nos representan. Disfruta de una experiencia culinaria auténtica con humitas, camotes asados, choclos y papas rústicas al chimichurri, inspirados en los sabores de la tradicional pachamanca.
Banquete Chifero: Un festín de sabores que incluye pollo a la leña, arroz oriental, huevo cremoso decorado con chalaquita y mayonesa de ají, wantanes rellenos en salsa agridulce, taypá de verduras y papas de la casa.
Banquete Campestre: Perfecto para los amantes de los sabores del campo, con pollo a la leña, arroz campestre, choclitos salteados con queso y papas rústicas al chimichurri.
Banquete Rompe y Raja: Una deliciosa combinación de pollo a la leña, arroz con choclo, plátanos dulces, frejoles criollos, puré de papa y papas rústicas al chimichurri.
Finalmente, es importante reconocer esta fecha como una oportunidad para rendir homenaje a este platillo que tanto nos representa y para reflexionar sobre su evolución. Recordando, además, cómo la gastronomía puede ser un vínculo poderoso con nuestra identidad y una fuente inagotable de creatividad y disfrute.