A pesar que aún no llega el invierno, la lluvia y las bajas temperaturas ya incentivan las comidas y los líquidos de la época, como las sopaipillas y el chocolate caliente. Este último, apetecido por grandes y chicos, además es recomendado para las personas de la tercera edad; un estudio de la universidad de Harvard afirma que su consumo puede ayudar a mantener la salud cerebral, siempre y cuando el producto sea concentrado en cacao.
En el mundo, existen varios estudios sobre los beneficios de este tipo chocolate; también está el de la Revista Internacional de Nutrición Deportiva y Metabolismo del Ejercicio, el cual demostró que el chocolate caliente es la opción ideal para la recuperación muscular luego de un entrenamiento. Para un mayor detalle, los expertos explican que el cacao es rico en micronutrientes, como polifenoles y potentes flavonoides; antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación, bajar la presión arterial, mejorar el colesterol y el azúcar en la sangre.
Jane Burns, catadora peruana de chocolate fino, comenta que más allá de las ventajas científicamente comprobadas del chocolate caliente, lo cierto es que indiscutidamente la alternativa alimenticia contiene a las personas del frío. “Si llegas a una reunión social y la temperatura del día es baja, apuesto a que muchos de los presentes beberán con gusto una taza de chocolate caliente. Y es que en general, la experiencia del consumo siempre será grata, y mejor aún si el chocolate que estamos bebiendo es de verdad”, dice la experta.
Pero, ¿cómo se prepara un chocolate caliente de calidad? Lo primero, explica, Burns, es escoger una tableta de chocolate con alto porcentaje de cacao. “En el mercado chileno existen. Está por ejemplo el de Chocolatería La Ibérica llamado Chocolate a la taza, el cual contiene cien por ciento de cacao y es sin azúcar; pesa 100 gramos y alcanza hasta para ocho tazas”, cuenta la profesional, quien además menciona la preparación paso a paso:
- Trozar: “Una vez que tenemos la tableta de chocolate, trozar en pequeños pedazos, con cuchillo o un rallador, y dejarlos en un bowl”.
- Calentar: “Luego, en una olla echamos la leche (8 tazas por cada tableta de 100 gramos), del gusto del consumidor. A fuego lento, la calentamos hasta que alcance una temperatura adecuada. Apagamos. No debe hervir.”
- Agregar: “Adicionamos, enseguida, el chocolate a la olla para que se funda lentamente y entonces revolvemos”.
- A Fuego, otra vez: “Se vuelve a calentar la mezcla a fuego lento por un minuto más”.
- Espuma: “Si lo desea, podemos batir el chocolate en la licuadora para lograr una deliciosa espuma”.
- Disfrutar: “Sirva el chocolate a la taza. La recomendación es no agregar extra; el cacao, por sí solo, tiene un sabor intenso y delicioso”.