El Banco Central estadounidense, la Fed, anotó la cuarta subida consecutiva de la tasa de referencia en 0,75% para ubicarla en un rango entre entre 2,25% y 2,50%, tal como la mayoría de los analistas y traders esperaban.
Asi, Powell mantiene una política monetaria restrictiva para combatir la elevada inflación. El encarecimiento del crédito en dólares es uno de los principales efectos, una mala noticia para países con un alto nivel de endeudamiento.
«La Fed sube la tasa nuevamente en 75 puntos base a 2,25-2,50%, ante presiones alcistas en inflación y un mercado laboral estrecho. La decisión estuvo en línea con las expectativas del mercado. Sin embargo, el Chairman Powell reconoció la mayor incertidumbre que existe en la coyuntura actual, y en ese sentido, sinceró que habría menos orientación de movimientos futuros en el corto plazo. Futuras alzas serán data dependientes, y tendrán que calibrar la desaceleración suave de la economía junto a un descenso decidido de la inflación», explica el economista jefe de Itaú, Andrés Pérez.
oy la Fed subió su tasa de interés en 75 puntos base a un rango de 2.25% a 2.50%,
La Fed señaló que la producción y el gasto se han debilitado, pero al mismo tiempo notó que el mercado laboral sigue fuerte.
«Esta es una combinación ideal para la institución, ya que su objetivo actual es desacelerar la demanda de bienes y servicios, pero idealmente sin causar recesión. Además vemos que la Fed se volvió más ‘data dependent’, es decir, va a ir tomando las decisiones de tasa sobre la marcha. De esta forma, se espera que siga subiendo las tasas, pero a qué velocidad es una pregunta abierta», añade Priscila Robledo, Economista jefe en Fintual.
Con este comunicado neutral la Fed preparó el terreno para subir las tasas a un menor ritmo en la decisión de septiembre. Así, aunque no se puede descartar otro aumento de 75 puntos base en dicha reunión, lo más probable es que sea un aumento de 50 puntos base. Este escenario ya estaba parcialmente incorporado en las expectativas del mercado, pero hubo un impacto positivo en los activos debido a la ausencia de sorpresas negativas.
La Fed todavía cree que su tasa de política monetaria va a cerrar este año en 3.25%-3.5%, un punto porcentual más arriba de su nivel actual.
«El hecho de que la Fed no haya cambiado de opinión sobre esto es buena noticia para los países emergentes, porque reduce las presiones que los bancos centrales tienen a subir sus tasas», concluye Robledo.