
Este miércoles, la agencia de calificaciones Moody’s Ratings fraccionó en cuatro comunicados su análisis del panorama bancario de cuatro naciones sudamericanas, pero Cofibreik pensó que sería más efectivo reunir los racionales en un solo texto, por comodidad y ahorro de tiempo.
Comenzando con el reporte sobre las perspectivas del sistema bancario peruano, titulado “Perspectiva positiva sobre las condiciones favorables para riesgos de activos, crecimiento de la cartera y rentabilidad”.
Al respecto, la entidad señaló: «Hemos cambiado nuestra perspectiva del sistema bancario de Perú (Baa1 estable) a positiva desde estable», donde destacan que los volúmenes de negocio de los bancos se beneficiarán de un crecimiento elevado y estable del producto interno bruto (PIB) real cercano al 3% en 2025 y 2026. Por otra parte, aseguran que la flexibilización del ciclo monetario y mejores resultados económicos respaldarán la calidad de la cartera de los bancos en los próximos 12 meses, lo que ayudará a mejorar la capacidad de pago, especialmente entre los clientes minoristas de mayor riesgo y las pequeñas y medianas empresas (pymes).
«A medida que bajen las tasas, los márgenes se verán favorecidos por menores costos de financiamiento y la esperada recuperación gradual del crecimiento de la cartera», indican en su análisis.
De esta forma, las estrategias de crecimiento con aversión al riesgo garantizarán que las provisiones para pérdidas crediticias se mantengan bajas, lo que impulsará los resultados finales. Sin embargo, en el segde undo semestre podría haber volatilidad financiera derivada del período de elecciones presidenciales, lo que aumentaría la presión sobre las condiciones de financiamiento y reduciría las expectativas de crecimiento.
«El amplio acceso de los bancos peruanos a los depósitos de clientes sigue siendo una fortaleza clave, con una capitalización sólida que ofrece una absorción adecuada frente a posibles pérdidas crediticias», señalan.
Argentina, la positiva
La perspectiva que hace Moody’s Ratings del sector bancario argentino se ha titulado “Perspectiva positiva a medida que la estabilización macroeconómica establece las bases para el crecimiento empresarial”.
«Hemos cambiado la perspectiva para el sector bancario en Argentina (Caa3 positivo) de negativa a positiva [ya que] un cambio drástico en las políticas está llevando a una reducción de los desequilibrios macroeconómicos, con una menor inflación esperada y una reanudación del crecimiento económico después de dos años de recesión, lo que está apoyando el crecimiento empresarial de los bancos después de al menos seis años de condiciones difíciles», indican en su reporte.
La consolidación fiscal drástica del gobierno está reduciendo el efecto de desplazamiento en el crédito del sector privado. Sin embargo, persisten riesgos en la transición hacia la estabilidad macroeconómica, particularmente en lo que respecta a la posible eliminación de controles de capital y cambio en medio de reservas de divisas débiles.
El riesgo de activos permanecerá estable, equilibrando un probable aumento en los préstamos problemáticos a medida que los bancos reanuden los préstamos y aumenten su apetito por el riesgo con la disminución de las exposiciones riesgosas del gobierno.
La rentabilidad se deteriorará desde los picos históricos a medida que los márgenes se estrechen debido a la disminución de las tasas de interés y la competencia mejorada, a pesar de los mayores volúmenes de negocios.
La capitalización será suficiente para apoyar el crecimiento del crédito, mientras la financiación y la liquidez permanecen estables.
Las condiciones negativas de Colombia
La perspectiva de Moody’s Ratinga para el sistema bancario de Colombia (Baa2 negativo) sigue siendo negativa.
«Las condiciones operativas serán difíciles a pesar de una probable mejora en la actividad económica, que, sin embargo, seguirá estando por debajo de los promedios históricos del país» detalla el reporte.
El panorama descrito inicia con tasas de interés que se mantendrán altas por más tiempo, en parte porque los riesgos inflacionarios persistentes seguirán afectando el sentimiento empresarial, limitando el apetito de riesgo de los bancos y los planes de inversión de las empresas.
Además, augura que las tensiones en la calidad de los préstamos se mantendrán a lo largo de 2025, disminuyendo gradualmente a medida que los bancos ya han reducido la originación de préstamos en segmentos más riesgosos.
«Aunque la presión sobre la calidad de los préstamos al consumo ha disminuido, los préstamos comerciales, especialmente a pequeñas y medianas empresas (PYMES), seguirán enfrentando dificultades ya que las altas tasas afectan las condiciones de refinanciamiento», señala el análisis.
Los costos de financiamiento seguirán siendo altos debido a la inflación que disminuye lentamente y las altas tasas de interés, lo que, junto con el crecimiento moderado de los préstamos, moderará el ritmo de recuperación de los ingresos por intereses.
Finalmente, la entidad considera que la capitalización de los bancos se mantendrá estable con un crecimiento moderado de los préstamos, y los fundamentos generales de financiamiento y liquidez permanecen sin cambios.
«La disposición del gobierno colombiano para apoyar a los grandes bancos del sistema, en caso de necesidad, probablemente seguirá siendo la misma, mientras que su capacidad para hacerlo podría deteriorarse en medio de tensiones fiscales y macroeconómicas» concluye.
Chile con ganancias estables
Finalmente, para el caso chileno, la entidad tiene una perspectiva para el sistema bancario de Chile (A2 estable) que sigue siendo estable.
«Las carteras bien diversificadas y los estándares conservadores de originación limitarán los aumentos en el riesgo de activos en medio de un crecimiento económico modesto, tasas de interés comparativamente altas y baja confianza empresarial y del consumidor», indica el reporte.
Por otra parte, la calificadora apuesta a que los recientes aumentos de capitalización derivados de la implementación de Basilea III apoyarán una tímida expansión de la cartera, con ganancias estables que mantendrán el capital en niveles adecuados.
«Los márgenes seguirán siendo amplios, sostenidos por diferenciales estables y un apetito de riesgo limitado, mientras el acceso de los bancos a una base de depósitos de bajo costo y estable es una fortaleza clave. Por otro lado, las nuevas reglas de pensiones permitirán que los fondos se repongan más rápido con deducciones más altas, apoyando el acceso de los bancos a financiamiento a largo plazo. Y la capacidad y disposición del gobierno para apoyar a los bancos en dificultades sigue siendo alta», dice el racional.