«Hace dos meses se instalaron semáforos en Doñihue y fue un acontecimiento general. Así de pequeñito es este pueblo», dice Marcela Chandía, la creadora de Mujer de Fuego.
Es un miércoles de diciembre en la Vinoteca en Ñuñoa y un grupo de periodistas se ha reunido para conocer el producto de esta destacada ingeniera agrónoma y enóloga chilena.
Sobre la mesa sus tres líneas de producto – Magia Blanca Limón, Magia Blanca Pera y Augurio, aguardiente pura- para Mujer de Fuego, el destilado premium que inició este año y que busca dejar atrás el estigma del aguardiente de Doñihue como un aguardiente barata y no siempre de cuidada elaboración.
«Doñihue es conocida por dos cosas, sus mantas de extraordinaria calidad y un aguardiente que a veces solo se hace para contrabandear…mi meta es que mi pueblo, en el que vivo desde los 9 años, también tenga un aguardiente de calidad. Por eso empecé Mujer de Fuego, a pulso», reconoce.
Sus 23 años de experiencia como enóloga la ayudan.
Dado que también es la productora y dueña de la línea de vinos Chile diVino, ganadora en los recientes premios Cata D’Or, está confiada en que lo logrará.
Si bien es cierto que sus amigos se burlaron del nombre escogido («Eeelllaaa, la ardienteee«, le dijeron), a Corfo le dio de todo menos risa su idea para potenciar la industria local y hace año y medio decidieron apoyarla para sacar adelante este sueño. Esos fondos le permitieron seguir adelante con su sueño.
ALAMBIQUE Y CABERNET
«El mundo de los destilados es de aromas y sabores» dice Marcela.
Pero también de impresiones. Y su producto también entra por la vista: cada aspecto, desde las botellas hasta los ingredientes, pasando por un cuidado diseño de etiquetas transparentes para que se pueda ver el color de los destilados, hablan de su atención al detalle.
Para la destilación un alambique de cobre artesanal. La asesoría de un maestro destilador. La materia prima es vino cabernet sauvignon del valle de Cachapoal. Doble destilación, donde -entre la triada cabeza, corazón y cola-, solo se deja el corazón-, para que no haya resaca al día siguiente. NO usa colorantes ni aromatizantes. Para el sabor de su destilado con limón coloca una malla de limones sobre el aguardiente por 40 días, usando al técnica del exudado. En el caso de la pera, es un macerado por dos meses. El resultado son dos destilados de 25 grados y 120 gramos de azúcar.
El aguardiente pura tiene 45 grados, se llama “Augurio” y es un doble destilado de Cabernet Sauvignon frutal de la zona de Doñihue, que se obtuvo a través de un proceso artesanal, realizando una doble destilación discontinua en alambiques de cobre de 50 litros, de modo de hacer nacer un destilado puro, con una sensación armoniosa y potente, en busca de aromas frutales provenientes de su origen y materia prima.
Eso permite un reducido rendimiento del material, pero a la vez produce un aguardiente premium, con calidad de ingredientes y del packaging. «Es un apostolado» señala Marcela, recordando que, además, el destilado en Chile tiene un impuesto del 50%.
Hasta hoy, sus productos se comercializan en ferias de vinos de autor, algunas tiendas de nicho como Quinta Barrica, Winescav, La Cava del Barrio, La Viñatería, Santa Tienda, Cava entre Vinos y Licores, Wine & Market Patagonia.y en su sitio web, Mujer De Fuego, con despacho a todo Chile. Una botella de 750 mm cuesta $18.000.
A futuro se vienen cosas interesantes.
En su parcela de Doñihue ha pensado hacer tours para poner en valor todo el proceso. También está experimentando con mas sabores y variedades.
Las afortunadas asistentes pudimos catar no solo dos cocktails de su línea Magia Blanca, con un aperol de limón y un Cosmopolitan con el licor de pera. También probamos tres experimentos: aguardiente hecha en barrica francesa de roble; destilado de sabor mandarina y destilado de frutillas. Todos fueron un éxito. Todos vinieron acompañados de ricas preparaciones para maridar.
La noche cerró con brownies y un muy robusto cola de mono que deberia estar en cada casa chilena para Navidad.
RECETARIO DE MUJER DE FUEGO