El mundo está cambiando, y lo hace a gran velocidad. Este rápido ritmo de cambio conlleva una mayor complejidad para los inversores. Atrás quedaron los días en que la marea creciente levantaba todos los barcos y en los que se dependía de asignaciones pasivas a índices para obtener rendimientos positivos. Lo reconocemos, y nuestros clientes lo reconocen.
En las numerosas conversaciones que mantenemos con clientes de todo el mundo, hay algo que está claro: la mayoría espera ver una mayor volatilidad en los mercados en 2025 y más allá.
Compartimos esa visión y reconocemos la complejidad de posicionar las carteras ante los factores macroeconómicos que configuran el mundo. Interpretar los impactos y posicionarse activamente a nivel de empresa y de título es lo que hacen todos los días nuestros más de 340 profesionales de la inversión.
Los factores macro son importantes
Hay tres factores macroeconómicos instrumentales que aceleran el cambio. Son de naturaleza a largo plazo y están siempre presentes en el mundo que nos rodea, por lo que no resultan sorprendentes en sí mismos.
Introduje los factores impulsores en mi perspectiva para 2024 y, un año después, las tendencias se han vuelto más arraigadas. Están vinculadas a las necesidades cambiantes de los clientes y a cómo la industria de gestión de activos debe adaptarse para satisfacerlas. Por lo tanto, trabajamos incansablemente para comprender en detalle las implicaciones de estos factores impulsores para las carteras de nuestros clientes.
1. Realineamiento geopolítico
Nuestra encuesta de inversores de 2024 destacó el nerviosismo en torno a la geopolítica: el 72 % de los inversores afirmó que se encontraba entre sus principales preocupaciones. No hay duda de que la geopolítica está dando forma a los mercados más que nunca, lo que la convierte en una palanca de inversión cada vez más importante.
El año 2024 fue un año electoral en todo el mundo, que dio lugar a nuevos líderes, pero también puso de manifiesto una mayor fricción y malestar social. Las relaciones entre las superpotencias se han reestructurado, se están formando nuevas alianzas, las tensiones han aumentado y los conflictos y las guerras se han intensificado. Los cambios en el liderazgo político y en las políticas han tenido un impacto significativo en el comercio y han reorientado las cadenas de suministro globales, lo que ha obligado a la aparición de nuevas relaciones y modelos de fabricación.
Creemos que es imposible invertir con éxito sin comprender el entorno político. Los inversores deben preguntarse: ¿estoy invirtiendo en un país que favorece a las empresas?, ¿esta industria cuenta con el apoyo de los responsables políticos?,¿el contexto político permite el acceso a los mercados de capital privado y dónde se encuentran las oportunidades más atractivas?, ¿está estructurada una empresa para beneficiar de manera justa a los accionistas?, ¿es capaz de adaptarse a los cambios de régimen y puede prosperar independientemente del contexto político? Estas son solo algunas de las preguntas que una investigación activa y exhaustiva puede ayudar a responder en nombre de los inversores.
2. Cambios demográficos
No se trata de un tema nuevo, pero sí importante, porque está sucediendo ahora. Sabemos que las poblaciones de los países de ingresos altos o medios están envejeciendo y que las tasas de natalidad se están desacelerando hasta el punto de que algunos pronósticos prevén que la población mundial se reducirá en un futuro no muy lejano. El crecimiento futuro provendrá de África y, en menor medida, del sudeste asiático, donde se prevé que el 25% de la población mundial será africana en 2050.
De aquí a 20 o 25 años –dentro de los horizontes temporales de los inversores a los que servimos– los motores de crecimiento y los patrones de consumo del mundo serán muy diferentes a los de hoy, lo que a su vez afectará las oportunidades de inversión y las estrategias de asignación.
La atención sanitaria y la tecnología son los ejemplos más destacados. ¿Qué medicamentos, tratamientos y dispositivos mejorarán la vida de una población que envejece?, ¿cómo seguirá cambiando la tecnología la fuerza laboral y las sociedades en general? La sostenibilidad también desempeñará un papel: ¿actúan hoy las empresas de manera responsable para lograr un futuro más brillante?
Muchos aspectos de nuestra forma de vivir y trabajar ya han cambiado en el mundo pos-COVID, desde el transporte que utilizamos hasta los edificios que habitamos y la tecnología incorporada a nuestra vida diaria. Las preferencias de productos y las prácticas de consumo también han cambiado. Dentro de nuestra propia industria, el cambio es evidente, con un fuerte apetito por estructuras de fondos cotizados en bolsa, carteras modelo, vehículos menos “tradicionales” y socios de gestión de activos que puedan aprovechar el poder de la tecnología financiera disruptiva.
3. Costo del capital
El costo del capital es significativamente más alto que en la última década y esperamos que se mantenga así, lo que, por supuesto, tiene importantes implicaciones para la inversión.
Por un lado, la renta fija como clase de activo vuelve a ser interesante, ya que ofrece rendimientos atractivos y potencial de retorno junto con renovados beneficios de diversificación para adaptarse a diferentes perfiles de riesgo. En los mercados privados, los equipos de inversión con la experiencia adecuada ahora pueden aprovechar las oportunidades a medida que los bancos reducen, reducción de tamaño, o desinvierten activos en medio de tasas más altas.
Pero el mayor costo del capital no se relaciona únicamente con los retornos disponibles; también significa que las empresas de calidad y las firmas con dificultades tendrán un desempeño cada vez más diferente. Cuando el costo del efectivo era cero, la financiación seguía estando fácilmente disponible, incluso para las empresas mal administradas. A partir de aquí, debería surgir una brecha clara entre los que “tienen” y los que “no tienen”. A su vez, creemos que una investigación fundamental en profundidad que separe a los ganadores de los perdedores puede generar un desempeño superior significativo para los inversores más experimentados y capacitados. También se pueden implementar estrategias alternativas para capturar el desempeño de las empresas y estructuras que tienen dificultades en este nuevo entorno, y se pueden aplicar superposiciones con la intención de obtener ganancias a partir de la volatilidad y los patrones comerciales ajustados.
Dado que muchos inversores buscan volver a poner dinero a trabajar, la complejidad puede resultar abrumadora, pero con la experiencia adecuada, presenta oportunidades interesantes para los inversores activos.
Los tres factores macroeconómicos que los inversores deben abordar en 2025 y más allá, así como la importancia de posicionarse activamente para un futuro de inversión más brillante.
Conclusiones clave:
● Los rápidos cambios globales están aumentando la complejidad y la volatilidad del mercado. La gestión activa es esencial para afrontar estos cambios e identificar oportunidades de manera eficaz.
● Los cambios geopolíticos, demográficos y de costos de capital darán forma a los mercados en 2025 y más allá. Una investigación fundamental en profundidad es crucial para identificar inversiones de calidad y sectores preparados para el crecimiento.
● Las cambiantes necesidades de los clientes exigen estrategias diversas y sofisticadas por parte de los gestores de activos. La verdad y la confianza forman la base de las asociaciones que se adaptan a las condiciones cambiantes.
Por Ali Dibadj director ejecutivo de Janus Henderson.