En un nuevo informe, la consultora JLL advierte sobre el impacto cada vez más tangible del cambio climático en ciudades y construcciones alrededor del mundo, destacando que Chile, debido a su geografía y diversidad climática, se encuentra en una posición particularmente vulnerable.
El documento subraya que el aumento de las temperaturas, las sequías prolongadas y la creciente frecuencia de eventos climáticos extremos están ejerciend0o presión sobre el sector inmobiliario y los recursos hídricos del país, y plantea recomendaciones para mitigar estos efectos.
Según el estudio, denominado «El punto de inflexión climático: riesgo, resiliencia y adaptación», la resiliencia climática de edificios e infraestructuras urbanas dependerá de una colaboración activa entre gobiernos, desarrolladores, propietarios y arquitectos, quienes deben incorporar estrategias de adaptación ante la amenaza del cambio climático. “Los edificios resilientes requieren ciudades resilientes”, subraya el informe, y advierte que sin medidas efectivas se espera un aumento en los costos derivados de daños y pérdidas materiales.
Chile en riesgo: recursos hídricos y agricultura bajo amenaza
Chile ha experimentado, en los últimos años, fenómenos climáticos sin precedentes. El retroceso de los glaciares, que actúan como reservas de agua natural, y las variaciones en los patrones de lluvia están generando efectos devastadores en sectores clave como la agricultura y la producción hidroeléctrica. La sequía ha afectado severamente a la zona central del país, donde se concentran importantes actividades agrícolas y poblaciones. “Este tipo de situaciones está causando una pérdida económica significativa y desplazamientos internos en busca de recursos básicos, como el agua”, detalla el informe.
Un llamado a la acción para el sector inmobiliario
El informe insta a los actores del sector inmobiliario a incorporar la resiliencia climática en sus estrategias. Entre las recomendaciones para los propietarios se encuentra el uso de modelos de riesgo climático al invertir en activos inmobiliarios, evitando aquellos en zonas de alto riesgo. Además, se enfatiza la importancia de adaptar los edificios para resistir no solo eventos climáticos extremos, sino también las particularidades sísmicas del país.
Para los usuarios y ocupantes de estos inmuebles, la recomendación es colaborar activamente con los propietarios para implementar planes de contingencia ante emergencias climáticas y crear espacios que respondan a las necesidades de salud, bienestar e inclusión, especialmente en un contexto donde los eventos extremos son cada vez más frecuentes.
Chile y su compromiso climático internacional
La consultora destaca que, aunque Chile ha avanzado en sus compromisos internacionales, incluyendo su participación en el Acuerdo de París, los desafíos de adaptación y mitigación son cada vez más apremiantes. En vista de que las temperaturas globales continúan aumentando, se vuelve crucial que el país no solo continúe con sus esfuerzos de descarbonización, sino que también fortalezca su infraestructura ante estos cambios.
“La industria inmobiliaria chilena está en un momento crucial”, concluye el informe de JLL. “Si no se toman medidas, los efectos del cambio climático se intensificarán, poniendo en riesgo no solo a la infraestructura del país, sino también el bienestar de su población”.