Un NUEVO informe encargado por los gobiernos de Alemania, Colombia, Francia y Kenia enfatiza el efecto de la carga de la deuda en el contexto de muchos países vulnerables, para enfrentar los graves efectos de la crisis climática y de pérdida de biodiversidad.
El Informe de Expertos sobre la Deuda, la Naturaleza y el Clima revela hasta qué punto la carga de la deuda, la pérdida de naturaleza y la escalada de eventos vinculados al cambio climático se están agravando mutuamente en una «triple crisis» que finalmente afectará negativamente a todos los países del mundo.
Los países más expuestos a los efectos negativos del cambio climático y a la pérdida de naturaleza tienen que pedir cada vez más préstamos para financiar la respuesta a los eventos vinculados al cambio climático, incluyendo la recuperación y la adaptación al cambio climático. Esto significa que no se puede abordar la crisis climática ni la crisis de la naturaleza sin abordar también la crisis de la deuda.
El informe revela que, en cuatro años, entre 2020 y 2023, 18 Economías Emergentes y Países en Desarrollo (EMDCs, por sus siglas en inglés) incumplieron el pago de su deuda, cifra que supera el total de los incumplimientos en los últimos 20 años.
Por otro lado, la crisis de la deuda limita la capacidad de los gobiernos para invertir en medidas de mitigación, y más importante, en las de adaptación climática. Los eventos vinculados al cambio climático están aumentando en frecuencia y severidad, lo que lleva a los países a endeudarse más para financiar la recuperación. Se estima que estos costos podrían representar hasta el 6,5% del PIB en algunos EMCD para 2030.
En cuanto a la crisis por pérdida de biodiversidad el informe destaca cómo el desarrollo económico ha estado acompañado por la degradación de los ecosistemas. Por ejemplo, entre 1992 y 2014, mientras la producción de bienes y la infraestructura se duplicaron, el “capital natural” se redujo en casi un 40%. Esta tendencia subraya la necesidad de políticas que promuevan la conservación y restauración del capital natural para garantizar un futuro sostenible.
Según el informe, es posible lograr un «círculo virtuoso» de crecimiento inclusivo y sostenible, sólo si una política nacional firme va acompañada de cooperación financiera internacional, finalmente, la lucha contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad beneficia a todos.
El informe muestra cómo la pandemia del virus Covid, el incremento de los precios de los combustibles y los alimentos, el fortalecimiento del dólar estadounidense y la subida de las tasas de interés han dejado a muchos países en una situación de alto riesgo de «agobio por la deuda», es decir, incapaces de pagar su deuda soberana, al mismo tiempo que los fenómenos meteorológicos extremos se han hecho más frecuentes y graves.
El informe muestra cómo los marcos de sostenibilidad de la deuda (DSFs, por sus siglas en inglés) utilizados por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para evaluar la sostenibilidad de la deuda soberana no tienen debidamente en cuenta los vínculos entre la deuda, el cambio climático y la pérdida de naturaleza. El informe formula una serie de recomendaciones para la reforma de los DSFs.
El Informe de Expertos se creó para catalizar una respuesta a la triple crisis. Este informe preliminar ofrece un diagnóstico de la magnitud de los problemas con el objetivo de establecer una mayor colaboración internacional para encontrar soluciones. El informe final, que se publicará en la primavera de 2025, ofrecerá una serie de recomendaciones sobre cómo hacer la deuda más sostenible, tanto fiscal como medioambientalmente.
Vera Songwe, Copresidenta del Informe de Expertos, ha declarado: «Muchos países de renta baja y media se enfrentan a una ‘triple crisis’ que no han provocado ellos mismos, ya que a las elevadas tasas de interés mundiales se suman unos impactos climáticos y una pérdida de naturaleza cada vez más graves. A menos que la comunidad internacional adopte medidas colectivas para hacer frente a esta situación, los países no podrán lograr un crecimiento económico resiliente al clima, con bajas emisiones de carbono y respetuoso con la naturaleza que necesitan y del que son capaces».
Moritz Kraemer, Copresidente del Informe de Expertos, ha declarado «El creciente impacto económico del cambio climático y la pérdida de naturaleza hacen que sea fundamental que el FMI y el Banco Mundial revisen la forma en que evalúan la sostenibilidad de la deuda de los países. Esperamos que nuestro informe les ayude a hacerlo».