Para nadie es una sorpresa la crisis que está provocando a nivel mundial la contaminación por plásticos. Según cifras oficiales, cada minuto se compran un millón de botellas de este material, al año se usan 500.000 millones de bolsas y, si no se toman medidas, para el 2050 existirán cerca de 12.000 millones de toneladas de desechos plásticos repartidos en vertederos y en el océano.
Cambiar esa realidad e impulsar un nuevo estilo de vida es el motor de I Am Not Plastic, emprendimiento nacional que presenta productos que mantienen lo bueno del plástico, pero son 100% compostables. Así, buscan que su film adherente, bolsas de basura y multiuso con cierre hermético, bombillas y bolsas para desechos de mascotas, 100% vegetales, biodegradables y compostables, lleguen a todos los hogares, contribuyendo a erradicar los plásticos de un solo uso sin que las personas tengan que moverse de sus casas.
Rodrigo Sandoval, fundador de I Am Not Plastic, explica que la idea es conservar la funcionalidad del plástico, su comodidad y versatilidad, pero evitar sus consecuencias negativas.
“Nos mueve comenzar a construir hoy un mundo sin plástico, invitando a todos a unirse a esta causa con un mensaje positivo, creando consciencia de manera entretenida y enérgica. Sabemos que si todos hacemos pequeños gestos en nuestra forma de consumir, podremos generar un impacto que trascienda en los años”. Así, I Am Not Plastic es una excelente opción para todos los que quieren contribuir al cuidado del medio ambiente sacando el plástico de sus vidas, sin que eso implique hacerla más compleja o costosa.
A su propuesta de productos para el hogar, sumaron recientemente una completa línea de productos para hoteles, restaurantes y café. Se trata de productos libres de plástico dirigidos al canal HORECA, elaborados a partir de biopolímeros biodegradables, que al ser sometidos a procesos de compostaje se biodegradan en 180 días en lugar de los 500 años que demora el plástico convencional.
Una de las principales novedades son las mangas pasteleras compostables, pues se trata de un artículo muy utilizado por los chefs con una vida útil muy corta, lo cual termina en la generación de altos niveles de residuos.
A ellas se suman las bolsas de sellado al vacío, que son la tendencia del momento en el mundo gastronómico por su aporte para extender la vida útil de los alimentos. A esos dos formatos se suman innovadoras pipets de aceite de oliva extra virgen, que vienen a reemplazar a los tradicionales sachets plásticos. Son elaboradas en base a algas marinas y tienen como gran ventaja su dosis única de 10 ml que permite aliñar ensaladas, pizzas y cualquier preparación con tan solo apretar una vez.
El envase no sólo es compostable, sino que incluso puede ser ingerido una vez utilizado.