La periodista chilena Catalina Droguett no responde al arquetipo o imagen que se tiene de una ambientalista. Probablemente no se amarre a un árbol para evitar que lo corten ni presente objeciones a un estudio de impacto ambiental. Sin embargo, su enfoque se basa en el pragmatismo y los pequeños actos que cada persona puede realizar. Actualmente tiene un programa de televisión sobre el tópico y viene de publicar un libro con consejos “para el ciudadano común”, llamado Ecología Personal, que fue relanzado a principios de diciembre en Santiago.
Por años tuviste un programa de radio Chile Sustentable – mismo nombre que la ONG Chile Sustentable que dirige Sara Larraín, pero que no está relacionado – ¿qué lecciones te dejó?
Hacer un programa de radio sobre sustentabilidad hace 15 años era un atrevimiento. Buscar auspiciadores, hacer que la cuestión funcionara era un atrevimiento. Hace 15 años nadie en radio hacía sustentabilidad. Yo partí con el Chile Sustentable en la Radio Tiempo y ahí estaba en ese época Ricardo Bezanilla, que me compró la idea a pesar de lo descabellada, porque en esos años se hablaba de responsabilidad social corporativa, no de sustentabilidad ni de desarrollo sostenible. Entonces imagínate, mujer, osando presentar un proyecto innovador de un tema que además no era muy comprendido, la verdad que fue una osadía y un lindo proceso de aprendizaje para hacer un periodismo distinto, un periodismo con mayor conciencia, con mayor sentido.
Desde entonces a hoy ¿cuáles son las cosas que tu dirías que crees que han cambiado en la sociedad chilena con respecto al medio ambiente?
Soy una optimista. Yo creo que cada día son más personas preocupadas por estos temas, no obstante, necesitamos más colaboración, desde el gobierno, desde las ONG’s, desde los medios de comunicación, o sea, todavía hablar de este tema sigue siendo nicho, cuando debiera ser prioridad que se nos está acabando el agua. No entiendo cómo en la prensa cubren noticias que no tienen nada que ver con sustentabilidad, todos los días son titulares de los diarios y no tenemos noticias vinculadas a los incendios forestales, lo que está pasando con el agua, lo que está pasando en Quintero en la zona de sacrificio, entonces hoy día siento que tenemos que ‘ponernos las pilas’ a nivel global, medios de comunicación, ONG’s, influencers, ciudadanos, ciudadanas, empresas y desde ahí vamos a poder efectivamente mover la aguja, si no, solo nadie puede.
¿Sientes que has hecho un aporte a la sociedad chilena con tu programa?
Además del tema de medios de comunicación, fundé una comunidad que se llama Mujer Sustentable y además me metí a incursionar como autora con este libro de Ecología Personal, entonces mi mirada hoy día va más allá de lo que pasa en la radio, de lo que pasa como reportera, y desde esa mirada un poco más global, siento que hoy día al menos la palabra sustentabilidad suena, la gente cacha como que es algo verde, lo vinculan mucho al tema medio ambiental. Pero ser sustentable y trabajar desde la mirada del desarrollo sostenible tiene varios ejes, social, económico y medio ambiental y ahí yo siento que hay un deseo, hay ganas de las personas de ser sustentable, de asumir una relación más saludable con la naturaleza, también consigo mismo.
En Chile pronto regirá una ley que fomenta, más bien, regula e impone el reciclaje a todo nivel, pero podría no funcionar porque no está la infraestructura suficiente. ¿Te preocupa?
Creo que sin duda todo obedece a un proceso de adaptación que viene de la mano de la educación, o sea, si no generamos instancias para conversar de sustentabilidad y desarrollo sostenible: si no generamos espacios difícilmente la gente lo va a comprender, le va poner en valor y se va a comprometer, porque aquí lo que buscamos es que la gente se comprometa con una vida más consciente, se comprometa con aspectos medioambientales, con aspectos sociales. Entonces mi aporte es generar instancias de educación, por eso Mujer Sustentable, nuestra plataforma, nuestra comunidad, por eso el libro Ecología Personal.
Tú entrevistas muchas empresas ¿Has visto en ellas una intención, por ejemplo, de realmente reciclar, de ofrecerle a la ciudadanía esa opción?
Hay empresas como Triciclo, que en definitiva han asistido mucho a las empresas en este aprendizaje y en esta responsabilidad que tienen que tener a la hora de generar los residuos que generan, entonces no creo que hayan culpables y víctimas, porque el consumo es una herramienta de transformación social, que te quiero decir con esto, uno como ciudadano/a tiene un gran poder que ejerce todos los días, que es el consumo, y tú tienes que saber a quién le compras, a quien le dices que sí y a quién le dices que no, entonces cuando un ciudadano está en contra de las desigualdades sociales, las desigualdades medioambientales pero le sigue comprando a las mismas empresas que dañan el medioambiente y no respetan los aspectos de inclusión social, está siendo cómplice de esa empresa, entonces ahí es donde yo propongo que seamos ciudadanos/as más informados y tomemos acción a través de nuestro consumo.
¿Habrá algún ejemplo de eso? porque nunca he visto una marca o un llamado ciudadano a una empresa determinada para que su arroz o sus fideos venga en envases de papel en vez de plástico, por ejemplo. Y la gente sigue comprando los fideos y el arroz sin cuestionárselo mucho, parece.
Cantar victoria hoy en día sería algo prematuro. Hoy día estamos en un proceso de construcción de una sociedad más sostenible. Sin duda, hay gente que sigue comprando a empresas que no toman acción frente a los ejes claros de la sustentabilidad, pero hay un montón de ciudadanos que hoy en día, por ejemplo, está comprando a granel y lo hace en la Vega, lo hacen en lugares que a granel te sale más barato, que compras por kilo, que lo llegas a empacar en tu casa en un frasquito de vidrio y tienes los fideos, las lentejas, los porotos… yo pongo el ojo más ahí, en ese ciudadano que se informa y que toma decisiones conscientes y que se da cuenta que su consumo es esta herramienta de transformación social.
Entonces, vuelvo a decirte, yo soy optimista y creo que cada día hay más gente buscando cómo ser más consciente con el medio ambiente y en eso ha aparecido un montón de tiendas que venden a granel, incluso ya el detergente tú puedes comprar con un envase reutilizable, tienes emprendimientos como Algramo, que cuando partieron eran así. Yo entrevisté al Cote Moller (el creador) hace 10 años y ahora Algramo está internacionalizándose. Ya es una empresa gigante y eso es porque el consumo aumenta. Entonces ahí hay un ejemplo claro de que la gente sí quiere ser más sustentable.
¿Qué propones en este libro? (Editorial Planeta, 150 páginas, $14.900)
Es un libro con un lenguaje súper sencillo. Yo traté de escribirlo lo más simple, muy poco técnico, muy desde el corazón para que la gente sepa que ser sustentable no es más caro, que no es para una elite, que no es para el vegano solamente, sino que uno puede ser sustentable con pequeñas grandes cosas que cuando se suman se transforman en grandes cambios. Entonces creo que hay que prepararse para las cosas que están pasando, para lo que viene, pero eso no va a ocurrir si no hay educación y finalmente un compromiso real, y para que eso ocurra tenemos que hacer muchas cosas todavía. Está hecho con papel reciclado, es libre de plásticos porque no podía ser de otra forma, no iba a publicar un libro en papel común y silvestre. Está en todas las librerías de Chile. Tiene eBook, tiene versión impresa y además lo pueden pedir hasta por Cornershop en el Jumbo.
¿Son principalmente lineamientos para ser más sustentable como ciudadano particular?
Es un libro que invita al lector/a a conectar con su propio planeta. Antes de pensar en salvarle el planeta a todos/as, la invitación es que conectes con tu planeta personal y desde ahí impactes positivamente en el resto. Así que Ecología personal es un viaje, es un libro que, bueno, está hecho en papel reciclado, es un libro que es libre de plástico y bueno, es un libro que le plantea a los lectores/as un viaje personal, descubrir tu misión, tu propósito, tu causa y comprender que tu primera prioridad eres tú, conectar con el autoamor, con hacerse cargo de ti, de tus problemáticas y cuando tengas eso solucionado pensar en salvarle el mundo a los demás. Es como el viejo dicho, hay que partir por casa.
¿Cómo te hiciste asesorar para los aspectos más científicos?
Tiene varios capítulos de distintas temáticas. Por ejemplo, hay un capítulo completo sobre la industria textil y su impacto en el medio ambiente, hay un capítulo completo sobre la industria cosmética y cómo hoy día tenemos que leer etiquetas y qué cosas, hay un glosario completo de qué cosas no debes poner en tu piel porque te enferman. También hay un montón de ejercicios, de tips, y claro, mucho de eso lo hice en colaboración con personas que han sido parte de mi proceso de ecología personal. Yo también estoy haciendo mi camino a diario y para eso uno tiene sus mentores/as, personas que te guían y también están puestas en este libro.
Si tuvieras que hacer un balance, en los últimos años ¿qué crees que hemos aprendido sobre sustentabilidad y qué desafíos tenemos ahora?
Son muchas las conductas que han ido cambiando. Las conductas a la hora de las compras, de la alimentación, del transporte, pero sin duda es insuficiente, ¿y por qué?, no es algo que lo diga yo, basta ver el último informe del IPCC, que es el panel intergubernamental de cambio climático, y que en definitiva las cifras que nos arrojan es que la crisis climática solo avanza, no se ha detenido, es que en definitiva el plástico está incluso en el lugar más lejano del monte Everest, entonces son datos científicos los que te estoy señalando, entonces eso quiere decir que nuestros cambios de hábitos no han sido suficientes. La invitación es esa, a que sigamos incorporando cambios de hábitos reales, que sean asequibles también porque hay mucho estigma con respecto a que ser sustentable es más caro y en definitiva la invitación es esa, a generar día a día más cambios y que nos empoderamos también en nuestro rol de ciudadanos/as, o sea, yo creo que hay que salir de la víctima de que las empresas me hacen esto, de que la sociedad me hace esto, de que el que está enfrente me hace esto y ponerte en un rol más empoderado, más informado… hurguetear quién hizo mi ropa, dónde la hizo, hurguetear qué ingredientes tiene este producto que yo voy a poner en mi boca, en mi cuerpo, en mi piel. Empoderarte, informarte y tomar decisiones conscientes es algo que toda persona puede hacer, entonces esa es mi invitación, y te aseguro que si más y más personas toman ese nivel de consciencia vamos a transformarnos en una sociedad más empática, más respetuosa, más justa y también más sustentable, obviamente.
Tu programa de radio se transformó en un programa de televisión
Estamos en T13 y le pusimos Mujer Sustentable. Va todos los lunes a las 19 hrs. También estoy preparando un proyecto radial que va a partir en marzo, que todavía no te puedo contar mucho porque estoy en pleno desarrollo y que va a ser el Chile Sustentable en una nueva versión, en una nueva radio porque en definitiva nosotras (se refiere a las periodistas) somos gitanas, hacemos proyectos y nos vamos moviendo por los medios.