Más de algún boyante negocio ha nacido por error o por casualidad. El vino de champagne fue un mal cálculo del fraile Pierre Pérignon, y la leyenda dice que los cigarros Lucky Strike formaban parte de una partida de tabaco que fue quemada por un competidor.
En el caso de la familia Hermosilla, en Villarrica, ha llegado a oídos de Cofibreik que en un principio solo deseaban hacer sidra para consumo personal, pero resultó tan buena que se animaron a comercializarla. Y ya está en Santiago la primera cosecha, luego de tres años.
La familia Hermosilla Varas está ligada a los campos del sur de Chile desde hace más de 100 años. Desde esos tiempos que producen sidra, pero es recién ahora, de la mano de la tercera generación, que a partir de su propio huerto lanzan al mercado Magritte.
Esta nace de la idea de recuperar la tradición de la manzana limona, variedad típica de dicha tierra, y que entrega una mezcla de sabores frescos, dulces y ácidos, característicos de este fruto ancestral chileno. “Quisimos unir los sabores de nuestras raíces con la tradición asturiana o vasca, entonces combinamos la limona con la manzana reineta, una receta que no existía hasta hoy”, comenta Cristóbal Hermosilla, uno de sus creadores.
Magritte llega para cambiar el concepto de sidra como se conoce en el mercado actual, presentando sus dos variedades: tipo espumante (brut) y natural (tipo cerveza).
Su versión espumante es una bebida cristalina, delgada y elegante de sutiles tonos amarillos, con finas burbujas que se mezclan en boca con los sabores cítricos y frutales de la manzana. Ideal para acompañar entradas, tablas, carnes blancas y mariscos, y que destaca además por su versatilidad en coctelería. Mientras que la de tipo cerveza es espontánea, refrescante y con carácter, de color amarillo brillante, más intenso que la anterior, destacando el sabor natural de la manzana limona con la textura del gasificado.
La sidra Magritte, bebida alcohólica natural, es baja en calorías y azúcar, libre de gluten y fuente de antioxidantes, y compatible con una vida saludable. De calidad superior gracias al manejo de todo el proceso y a los cuidados del huerto, la fina selección de la fruta e innovador proceso que combina tecnología con la cosecha artesanal. En palabras de Cristóbal, “Magritte es una nueva experiencia: de frutas silvestres, de sabiduría artesanal y tecnología, inspiración y tradición familiar, y el componente de surrealismo que otorga nuestro entorno, transportándonos a él a través de sus aromas y sabores”.