Debido a la pandemia del coronavirus, las plataformas digitales pasaron a ser una herramienta clave para el dictado de las clases educativas. En este contexto, miles de chilenos comenzaron nuevas prácticas de estudios que previo al COVID-19, no estaban en los planes.
Desde Classgap, portal de clases particulares online que pone en contacto alumnos con profesores, anunciaron que durante el primer semestre de 2020, tuvieron un incremento del 700%, respecto al mismo período del año pasado.
“Las nuevas preferencias de estudios de los chilenos, en materias que el año pasado no tenían tantas búsquedas, son: alemán, japonés y canto. Además, siguen en la lista inglés, francés, programación Web, Italiano, biología, física y matemática”, afirma Albert Clemente, CEO y fundador de Classgap.
A diferencia de otras plataformas, ofrecen clases a través de un aula virtual, que dispone de videollamada, edición de documentos en línea, y los usuarios pueden encontrar un profesor de manera 100% segura, porque desde el sitio gestionan los cobros y pagos. “La gran mayoría de docentes chilenos son titulados, varios de ellos se anotaron para generar ingresos extra. Durante la pandemia, se registraron más de 5.000 tutores, que han tenido que saber adaptarse a la educación online”, agrega Clemente.
Respecto a costos, cada profesor puede elegir el precio que quiera cobrar por hora, en general rondan entre 7.000 y 15.000 CLP. El método de pago preferido por los alumnos es tarjeta de débito o PayPal. Sobre los perfiles, los estudiantes son padres y madres que buscan apoyo para sus hijos en educación básica y media, estudiantes universitarios que requieren también un refuerzo, así como profesionales en activo que desean ampliar sus conocimientos, o mejorar sus habilidades para optar a mejores puestos de empleo.
“La problemática principal en Chile es que todo está muy centralizado en Santiago, y poblaciones más alejadas de la capital no disponen de una buena conexión a Internet, o incluso de dispositivos para realizar las clases online. Para que todo funcione correctamente en Classgap durante la clase, se debería contar con una computadora, notebook, smart phone o tablet, y una conexión de al menos 2MB”, analiza el ejecutivo.
Los profesores pasan por varios procesos de validación y moderación, autentificado por un equipo humano antes de poder ser visibles en la plataforma, y el equipo de atención al cliente está atento por cualquier duda que los alumnos o padres puedan tener. Además, los pagos de las clases son con un método 100% seguro, y si el alumno no está satisfecho con lo que ha aprendido esa clase, consideran la devolución de la misma.